La perforación intraoperatoria de los guantes quirúrgicos es común y siempre se clasifica como una vulneración de la técnica estéril. La incidencia de perforación del guante quirúrgico varía entre el 3,58% y el 78%.1 Cada clase de rotura que implica la vulneración de la integridad del guante es grave, ya que a través del o de los agujero(s) del guante pueden introducirse organismos patógenos. Esta transferencia de patógenos aumenta inevitablemente la contaminación del lugar operatorio.2 El riesgo de la pérdida de integridad de un guante quirúrgico varía dependiendo de factores tales como la naturaleza de la tarea desempeñada, el tipo de cirugía, la habilidad quirúrgica y aséptica del usuario y su mano dominante, el tipo y particularmente lo afilado de las superficies que entren en contacto con el o los guante(s) y la cantidad continua de tiempo que se lleve un guante o par de guantes, así como la tensión mecánica a la que sean sometidos.3 Siga leyendo para revisar las investigaciones actuales sobre las causas, prevención y recomendaciones de mejor práctica usando rutinariamente doble guante y cambiándose sistemáticamente los guantes externos.