Investigaciones llevadas a cabo durante las últimas décadas demuestran que el humo quirúrgico puede transmitir enfermedades. Es un hecho bien documentado que el humo quirúrgico contiene partículas, gases y materiales biológicos mutágenos potencialmente dañinos. Miembros de equipos quirúrgicos continúan viéndose expuestos a los peligros del humo quirúrgico, sobre todo porque continúa aumentando el uso de diferentes modalidades energéticas como apoyo de las técnicas quirúrgicas actuales. Es importante saber que el uso de dispositivos adecuados de protección respiratoria es un elemento clave en la minimización de la diseminación de enfermedades potencialmente infecciosas, especialmente dado que hoy en día nos enfrentamos a organismos resistentes a los fármacos, patógenos recién reconocidos, y tenemos conocimiento de los riesgos para la salud asociados al humo quirúrgico. Para reducir la exposición ocupacional a ciertas partículas aéreas contenidas en el humo quirúrgico, son necesarios ventilación LEV y un respirador quirúrgico. Siga leyendo para saber más sobre los riesgos, la reducción de riesgos, y las medidas de prevención y soluciones protectoras disponibles.