Al llevar a cabo el mantenimiento preventivo y correctivo de máquinas en talleres de mina, los operarios se exponen a varios riesgos. No solo puede caerles una piedra encima, sino que los cortes o la presencia de grasas también deben tenerse en cuenta. De lo contrario, acabaran por sufrir lesiones de diferente consideración.
Los riesgos de trabajar en un taller de mina
Ya sea durante el mantenimiento preventivo o el correcto, existen diferentes riesgos que hay que abordar. En el primer proceso, se llevan a cabo tareas como la lubricación de componentes móviles, la limpieza de sistemas eléctricos o la verificación de aceite y fluidos.
Cuando el trabajador realiza sus tareas, puede sufrir cortes y laceraciones al manipular bordes metálicos, atrapamientos al estar cerca de un engranaje o quemaduras químicas por contacto con aceites calientes. Estos últimos también causan irritaciones cutáneas al quedar la piel expuesta a ellos.
En cuanto al mantenimiento correctivo, se realizan reemplazos de correas o rodamientos, reparaciones de sistemas electrónicos o sustitución de cilindros hidráulicos. ¿Qué riesgos suponen estas actividades? Pinchazos profundos en la piel por retirar una pieza rota, exposición a productos químicos usados en limpieza o lesiones por esfuerzo repetitivo.
Efectuar todas estas actividades sin un EPP adecuado no es recomendable. Las manos están en contacto constante tanto con las herramientas como con las partes que deben cambiarse o revisarse. Así que, el operario tiene que estar protegido para que pueda realizar sus labores de manera segura, cómoda y eficaz. Pero ¿cómo es posible lograr estos objetivos al mismo tiempo?
¿Cómo proteger las manos de manera eficaz?
Una de las soluciones más efectivas son los guantes EDGE 48-919. Su diseño ligero los hace ideales para los trabajos relacionados con el mantenimiento preventivo o correctivo. Además, contribuyen a mejorar el agarre del operario incluso en presencia de aceites, lo que reduce el riesgo de sufrir cortes o golpes.
Los guantes ofrecen una buena protección tanto contra el aceite como frente a las abrasiones. Esto queda patente al cumplir con las normas de seguridad EN 420 y EN 388. Al mismo tiempo, su puño elástico lo mantiene ajustado a la mano sin que se mueva durante la jornada de trabajo.
Junto con el anterior, los guantes HyFlex 11-939 son idóneos para defender las manos frente a cortes y aceites. Disponen de la tecnología RIPEL Liquid Repellence, capaz de repeler los productos químicos líquidos y los aceites. Así, no llegan a entrar en contacto ni siquiera con el propio EPP. Además, gracias a su refuerzo en la zona del pulgar, se consigue una duración 12 superior a la habitual.
También hay que destacar el diseño de calibre 18 del modelo 11-939. Este fomenta la comodidad y la destreza durante todo el día, algo fundamental para potenciar la eficacia del operario.
En Ansell fabricamos equipos de protección individual para todo tipo de sectores y procesos. Gracias a nuestra larga experiencia y apuesta por la innovación, podemos alcanzar soluciones ajustadas que protegerán al operario ante los riesgos que afronta en el día a día.