La naturaleza del trabajo sanitario puede ser físicamente exigente al implicar la movilización de pacientes, posturas forzadas debidas al tratamiento de pacientes, turnos prolongados y labores de entrada de datos. Cada año, sólo los enfermeros sufren más de 200.000 lesiones y afecciones laborales, el doble que las experimentadas en la industria general.1 Los costes directos de estos trastornos músculo-esqueléticos (TME) se estiman en $1.000 millones al año,1 y los costes indirectos estimados superan los $20.000 millones.2 Como resultado, se esta poniendo más atención a ergonomía sanitaria, debido al interés por reducir los TME ocupacionales, reduciendo así el riesgo tanto para pacientes como para trabajadores sanitarios y aumentando la seguridad y satisfacción de los pacientes. La ergonomía para las manos también forma parte de esta iniciativa creciente. Incluye más evaluaciones y el cambio potencial de la protección que los trabajadores sanitarios utilizan en las manos, que podría estar ejerciendo presión y restringiendo la movilidad. En la actualidad hay nuevas tecnologías disponibles que tratan este problema. Siga leyendo sobre los principios y la importancia de la movilización segura de pacientes, postura en el trabajo y ergonomía de las manos, además de recomendaciones para reducir el riesgo y mejorar los resultados de seguridad.