Una protección inadecuada de las manos puede causar distracción a los trabajadores, pérdida de concentración o incluso que se quiten los guantes, provocando insatisfacción, improductividad o, lo que es peor, estar potencialmente en riesgo.
Para esos 6 de cada 10 trabajadores expuestos a la acción de aceites y grasas se siguen utilizando soluciones anticuadas a diario que pueden llevar a la frustración y a la incomodidad.
Podemos ayudar a reducir esta frustación redefiniendo la zona de confort de los trabajadores.